
"Y los corceles de la noche pisotearon la corona del norte."
Esta fue la providencia que me reveló el oráculo. Esto tendría que ocurrir dentro de tres noches. Tres noches crecientes y el horror se abatirá sobre nosotros. Pero no dudéis de mí, amigos míos, ya que mi espada reposara hasta entonces en mis rodillas, preparada, expectante, esperando la noche más larga. Y cuando lleguen las hordas enemigas será blandida con firmeza. Y su afilado corte buscara la sangre del atroz caballero de la noche. Y si me envuelven las tinieblas de la derrota, juro por Asgard, que costosa les resultara la victoria.
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